Un hombre tuvo que ser sometido a una operación que pudo haber colocado su vida y la de los médicos en riesgo.
Por: Sinahi Páez Bent
Hanna Maliar, viceministra de Defensa de Ucrania dio a conocer que uno de los cirujanos más experimentados del ejercito ucraniano logró extraer, de manera exitosa, una granada sin explotar que se había incrustado en el pecho de un soldado.
Un grupo de artificieros estuvo presente durante el procedimiento con el fin de asesorar a los profesionales de la salud, quienes tuvieron que seguir estrictamente las indicaciones para evitar que la detonación de la granada, al parecer, rusa.
Asimismo, en la operación no se pudo utilizar la electrocoagulación (procedimiento que usa el calor de la corriente eléctrica para controlar el sangrado), por temor a que la electricidad pudiera detonar el artefacto que tenía cuatro centímetros de diámetro y pesaba 275 gramos.
En la radiografía practicada al soldado se logró observar la cercanía del artefacto explosivo a su corazón. Acerca de esto Maliar manifertó que: “no todas las heridas en la zona del corazón son letales”.
Cabe destacar que, el soldado se salvó milagrosamente de morir ya que, según indicaron los expertos, la granada se encontraba preparada para explotar a los 20 segundos.