El caso ocurrió en Norte de Santander.
Por: El Ámbito
Un lamentable hecho ocurrió sobre el mediodía del pasado martes 4 de mayo en el barrio Jesús Cautivo, Ocaña, Norte de Santander. El sacerdote Ramón Arturo Montejo Peinado, de 45 años, fue ultimado por ‘amigos de lo ajeno’, quienes en su intención de quedarse con una camioneta optaron por apagar una vida.
Eran las 11:26 de la mañana cuando Ramón Montejo se encontraba dentro de un parqueadero alistando su vehículo, una camioneta gris, para trasladarse hasta el corregimiento de Buenavista, donde tenía un compromiso pastoral.
Montejo fue blanco de dos sujetos que ingresaron al parqueadero con el propósito de llevarse el automotor. En el forcejeo, según cuentan los medios locales, los individuos sacaron sus ‘latas’ y dieron fin a la existencia del sacerdote.
Una cámara de seguridad ubicada en un establecimiento comercial del sector captó el instante en el que los victimarios escapan del lugar de los hechos.
Primero se observa cuando testigos descubren lo que sucedía, posteriormente se evidencia a uno de los ladrones abriendo el portón del parqueadero para sacar la camioneta y finalmente quedó registrada la fuga que incluyó dejar en el piso al sacerdote.
La Policía Nacional informó que activó un plan candado que permitió la captura en la vereda La Pradera de uno de los presuntos responsables del hecho, además de recuperar la camioneta de la víctima en el barrio San Fermín.
El informativo Nuevo Siglo citó que el sacerdote Ramón Montejo era reconocido por su dedicación y compromiso con la iglesia, dejando un profundo pesar en la Diócesis de Ocaña y en la comunidad a la que servía.
Freddy Arengas Romero, secretario de Gobierno, expresó que “la administración municipal condena enérgicamente estos actos que perturban la paz ciudadana” y hace un llamado a la colaboración ciudadana para denunciar cualquier actividad sospechosa relacionada al caso del sacerdote.
Según trascendió en redes sociales, el padre Ramón Montejo era una figura respetada y apreciada en la comunidad gracias a sus actividades humanitarias y a la valiente labor de trabajar por la liberación de varios colombianos víctimas del conflicto.