Hecho ocurrido en: Brentonico, Italia
Por: El Ámbito
La ‘Locomotora del Carchi’ está más encendida que nunca. El ecuatoriano Richard Carapaz (EF Education) dio una clase magistral de ambición y coraje en la temida subida a San Valentino, reventando la etapa reina del Giro de Italia 2025 y metiendo miedo a un Isaac Del Toro que, aunque logró sostener la maglia rosa, terminó visiblemente tocado.
La jornada, marcada por casi 4.800 metros de desnivel, fue una batalla sin tregua. Mientras los italianos Christian Scaroni y Lorenzo Fortunato (Astana) celebraban una hazaña en pareja tras una larguísima escapada —cruzando la meta con un tiempo de 5h35’05”— el verdadero terremoto se gestaba detrás: Carapaz apretaba los dientes, arrancaba a siete kilómetros de la cima y dejaba atrás a todos los favoritos como si fueran amateurs.
“Sabíamos que esta era la etapa para atacar. He trabajado muy duro para esto y estoy listo para luchar hasta Roma. Este Giro es mío si sigo así”, dijo Carapaz con voz entrecortada en la línea de meta, aún cubierto de sudor y gloria.
El ecuatoriano, ganador del Giro en 2019 y campeón olímpico en Tokio, desnudó las debilidades de sus rivales directos con un zarpazo épico: le metió 1’36” a Del Toro, que pasó de sólido líder a duda flotante. A Simon Yates lo dejó a 42 segundos y al colombiano Egan Bernal —que también brilló y escaló al sexto lugar en la general— le sacó 1’21”.
El drama fue total. El joven mexicano Del Toro, que parecía tener el título en el bolsillo tras los retiros de Primoz Roglic y Juan Ayuso, resistió como pudo con apenas 36 segundos de margen sobre Yates y 31 sobre Carapaz, a falta de tres etapas de montaña que prometen incendiar aún más la general.
Mientras tanto, Juan Ayuso sufrió un colapso inesperado y cruzó la meta a más de 14 minutos, diciendo adiós a sus aspiraciones.
En la fase final de la subida, Del Toro intentó refugiarse en su equipo, siendo arropado por Adam Yates y Rafal Majka, pero ni su tren de lujo pudo detener la embestida de Carapaz. Solo Simon Yates intentó incomodarlo, sin lograrlo. Fue entonces cuando el ecuatoriano se lanzó a fondo, reventó la carrera y rompió el Giro.
La gloria de la etapa fue para el Astana: Fortunato cedió el honor del triunfo a Scaroni, quien a sus 27 años sumó su cuarta victoria de la temporada y consolidó su nombre como uno de los escuderos del año.
Este miércoles, el pelotón afrontará otra etapa decisiva: 155 km entre San Michele all’Adige y Bormio, con tres puertos escalofriantes en el menú. Todo está por decidirse, pero una cosa es segura: Carapaz ha vuelto, y viene por todo.