Por: El Ámbito
El registrador nacional, Hernán Penagos, sepultó la intención de Gustavo Petro de convocar una consulta popular el 7 de agosto, señalando que no hay tiempo ni garantías para organizarla en solo 53 días. Con argumentos jurídicos y técnicos, Penagos trasladó la decisión final a la Corte Constitucional y el Consejo de Estado, recordando además que el Senado ya había hundido la reforma. Advirtió que avanzar con el decreto presidencial sería un riesgo para el patrimonio público y una amenaza a la separación de poderes. La oposición aplaudió su postura: María Fernanda Cabal, Vicky Dávila y Hernán Cadavid respaldaron al registrador, quien resistió las presiones del Gobierno y dejó en jaque la apuesta más audaz de Petro.
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