Por: El Ámbito
El doble homicidio ocurrido en una tienda de Juan de Acosta revive un episodio sangriento del pasado político del municipio.
Hanner De Jesús Ospino López, acribillado la noche del domingo en el sector El Vaivén junto a su pareja sentimental, no era un desconocido para las autoridades: su nombre estaba vinculado directamente con el atentado que dejó en silla de ruedas al entonces concejal Alci Villanueva, ocurrido el 23 de marzo de 2015.
Aquel día, Villanueva conducía hacia el casco urbano de Juan de Acosta cuando fue emboscado en el kilómetro 5 de la vía Santa Verónica. Una lluvia de nueve balas impactó su vehículo. Milagrosamente sobrevivió, pero quedó con secuelas irreversibles que le afectaron la movilidad de sus piernas.
La investigación por el intento de asesinato desató una tormenta política: además de Ospino López, fueron señalados en el proceso el exalcalde Abelardo Padilla Blanco, el exsecretario de Educación Alejandro Arrázola, el contratista Oscar Javier Jiménez Barranco y Steven Escorcia Vizcaíno. Aunque un juez de control de garantías ordenó en 2018 la liberación de los cuatro últimos, Ospino permaneció tras las rejas tras acogerse a un principio de oportunidad en el que reveló información clave sobre los autores intelectuales del ataque al concejal.
Ejecución en la tienda
Este domingo, el pasado de Hanner alcanzó su trágico desenlace. Según el reporte de la Policía del Atlántico, se encontraba junto a Maira Alejandra Vizcaíno Mercado, de tan solo 20 años, dentro de una tienda del sector El Vaivén. Un hombre armado se acercó sin mediar palabra y le disparó en repetidas ocasiones a ‘El Flaco’, como era conocido. Murió en el acto.
Durante la huida en moto, el sicario volvió la mirada hacia atrás y apretó el gatillo una vez más. Una de las balas alcanzó a Maira Alejandra, quien fue trasladada de urgencia al Hospital de Juan de Acosta. Llegó sin signos vitales.
Prontuario criminal
Ospino López arrastraba una larga lista de antecedentes judiciales que hablaban de una vida profundamente ligada al crimen: homicidio, tráfico de estupefacientes, amenazas, porte ilegal de armas, concierto para delinquir agravado con fines extorsivos y financiamiento al terrorismo. Con nueve anotaciones en su historial, su nombre era bien conocido por las autoridades.
El doble homicidio está siendo investigado por las autoridades judiciales del Atlántico, quienes no descartan que el crimen esté relacionado con antiguos conflictos por venganza o ajustes de cuentas.