Por: El Ámbito
Tras el trágico ataque que dejó 11 militares muertos en Alto Punino, Orellana, durante una operación contra la minería ilegal, el exmandatario y actual asambleísta Lucio Gutiérrez lanzó graves acusaciones contra el correísmo, al que responsabilizó de proteger a los grupos criminales que habrían ejecutado la emboscada, como los Comandos de la Frontera, una facción disidente de la guerrilla colombiana. Gutiérrez calificó los hechos como una “declaración de guerra contra el pueblo” y denunció una red política vinculada con mafias internacionales. Mientras el presidente Daniel Noboa respondió con una operación militar que neutralizó a un cabecilla insurgente, sectores del país criticaron el silencio del correísmo ante la tragedia.
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